Índice
¿Qué es el Hatha Yoga?
Los beneficios del Hatha Yoga
Las posturas más habituales en el Hatha Yoga
Quién puede hacer Hatha Yoga
Cómo es una clase de Hatha Yoga
Qué es el Hatha Yoga
Cuando pensamos en yoga desde la perspectiva occidental, el Hatha yoga es lo primero que nos viene a la mente. ¿El motivo? Es el tipo de yoga más difundido y practicado en el mundo. Se trata de una práctica destinada al aumento gradual del dominio físico y mental.
Hatha significa «fuerza» en sánscrito y se define más tradicionalmente como «el yoga de la fuerza», o «el medio para alcanzar un estado de yoga mediante la fuerza». Es decir, que el objetivo último de esta práctica es conseguir la resistencia necesaria para pasar largos períodos de tiempo en meditación.
Bajo el paraguas del Hatha yoga se encuentran la mayoría de los estilos tradicionales, como el Vinyasa o el Ashtanga.
Hoy en día en una clase de Hatha yoga puedes esperar una práctica placentera llena de posturas estáticas, respiración consciente y un ritmo manejable. Esta dinámica permite un mayor enfoque en la alineación y la respiración consciente, haciendo que la práctica sea accesible a los yoguis de todos los niveles, especialmente a los principiantes.
El hatha yoga está formado por un sistema de técnicas que incluye:
- posturas de yoga o asanas
- llaves energéticas (bandhas)
- técnicas de respiración o pranayama
- mantra – cánticos
- gestos psíquicos con las manos (mudras)
- técnicas de limpieza (shatkriyas y shatkarmas)
La historia del Hatha Yoga
Según el investigador James Mallison, los primeros Hatha Yoguis entendían el yoga de una forma muy distinta a la nuestra en la actualidad.
Mientras nosotros le «hacemos un hueco» al yoga en nuestras ajetreadas vidas y algunos compartimos complicadas asanas para lucirnos en Instagram, ellos elegían vivir de forma ascética, es decir, renunciaban a sus familias, trabajos y responsabilidades para conseguir la purificación de su alma.
Esta tradición ascética surgió entre las fronteras de India y Nepal, y sus practicantes realizaban hazañas extraordinarias como sumergirse en agua fría, mantener los brazos en el aire o no sentarse ni para dormir durante horas.
También controlaban el prana o fuerza vital a través de ejercicios de respiración, lo que ahora conocemos como Pranayama. Todas estas acciones tenían como objetivo el «quemar» el karma pasado y perfeccionar cuerpo y alma.
Se cree que las posturas de yoga y pranayama evolucionaron a partir de la práctica de estos Hatha Yoguis originales, que a partir del siglo X fueron extendiéndose hacia el Oeste, recogiendo distintas influencias por el camino.
Aún así, no es hasta el siglo XIX que la gimnasia europea y otras prácticas de contorsionismo empiezan a fusionarse con las prácticas ascéticas originales y se inicia la formación en grupos más grandes de personas.
Cabe mencionar que muchas de las posturas que conocemos hoy no existían hasta la expansión masiva del yoga en Occidente hace 50 años. De hecho, el antiguo texto Hatha Yoga Pradipika incluye quince posturas sentadas y ocho no sentadas, que conforman un total de 84 asanas.
Hoy en día podemos encontrar infinidad de asanas, desde las más sencillas hasta las únicamente alcanzables por auténticos contorsionistas.
Los beneficios del Hatha Yoga
Puede que los orígenes del Hatha Yoga no estén del todo claros, como cualquier evento histórico antiguo. Lo que sí tenemos claro son sus beneficios holísticos, avalados por la ciencia en numerosos estudios, que tiene sobre el cuerpo y el alma de quiénes lo practican de forma habitual.
Estos son los principales beneficios del Hatha Yoga:
- Fortalece y tonifica la masa muscular: el mantenimiento de posturas por largo tiempo fortalece los grupos musculares de todo el cuerpo. Además, evita que el ácido láctico se acumule en los músculos..
- Más salud emocional: el yoga tiene un impacto positivo en la salud mental y emocional, y ha demostrado que mejora la capacidad de resiliencia en los individuos en 10 de los 14 estudios revisados por NCCIH.
- Activa nuestra capacidad de concentración y nos relaja: las personas practicantes tienen mayor capacidad para vivir el momento, relajarnos y gozar de una mayor atención plena, motivación para participar en otras actividades y mejorar sus hábitos de vida.
- Combate el estrés y la ansiedad: según un estudio realizado por Ronald C. Kessler, profesor en Harvard Medical School, la práctica de Yoga es capaz de mejorar la ansiedad y el estrés de forma similar a la medicación convencional.
- Disminuye los dolores crónicos: si practicamos esta disciplina de forma correcta y adaptada a nuestras necesidades, es terriblemente efectiva contra dolores crónicos como la esclerosis múltiple, artritis, dolores de espalda y cuello, ciática, fibromialgia…
- Mejora la calidad del sueño: según un estudio llevado a cabo por la Fundación para la investigación del Yoga Swami Vivekanda , aquellos individuos que practican yoga de forma habitual tardaban 10 minutos menos de media en quedarse dormidos, y además aumentaban el número de horas dormidas por noche en un promedio de una hora más.
- Aumenta tu flexibilidad y salud articular: puede que al principio no notes una mejora inmediata de la flexibilidad de tu cuerpo, pero a medida que avanzas en la práctica del Hatha Yoga articulaciones y tendones irán soltándose y consigas una mayor flexibilidad, además de reducir el riesgo de lesiones.
- Alivia las molestias de la menopausia: el yoga ayuda a aliviar los síntomas asociados a la menopausia, como los sofocos, según una revisión de un estudio del NCCIH de más de 1.300 participantes.
- Mejora la postura: como la práctica de yoga favorece el fortalecimiento de los músculos de la espalda, esto se traduce en una mejor postura general en nuestra vida diaria.
- Nos llena de energía: la secuencia del saludo al sol que se practica normalmente por la mañana nos ayuda a encarar el día con más vitalidad y energía
Posturas en Hatha Yoga
Como te hemos explicado, las asanas o posturas son parte del Hatha yoga y a través de ellas podemos obtener numerosos beneficios para nuestro cuerpo y mente.
Es importante señalar que es necesario escuchar a nuestro cuerpo y no llegar llegar a forzar nunca ni sobrepasar nuestro límite. Si sientes dolor al realizar alguna postura, debes suavizarla o deshacerla para evitar cualquier lesión.
A continuación te mostramos algunas posturas muy habituales en una clase de Hatha Yoga (aunque existen variaciones y muchas otras):
1. Postura del perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana)

Una de las asanas más famosas en una práctica de hatha es la postura del perro boca abajo. El perro boca abajo o ado mukha svanasana es la parte principal de un típico flujo de saludo al sol vinyasa, también conocido como surya namaskar.
La postura del perro boca abajo aumenta el flujo sanguíneo y los niveles de oxígeno en el cerebro. Hacer el perro hacia abajo correctamente, ayuda a abrir el pecho y los hombros, así como a fortalecer los brazos y los hombros. La pose también estira la parte posterior de las piernas y la columna vertebral.
2. Postura de la cobra (Bhujangasana)

La postura de la cobra estira toda la línea frontal del cuerpo, creando una apertura profunda del pecho, los hombros y los flexores de la cadera, así como una apertura del área intercostal.
La postura de la cobra trabaja hacia una flexión uniforme en toda la columna y, con el apoyo de su abdomen, un estiramiento profundo en la parte delantera del cuerpo.
3. Postura del guerrero II (Virabhadrasana II)

A nivel físico, el guerrero II ayuda a fortalecer las piernas y a abrir las caderas, los hombros y el pecho mientras ayuda a mantener la columna recta y hacia arriba.
Si tienes algo en la vida en lo que quieres trabajar, guerrero II te ayuda a darte una dirección más clara, más concentración y una fuerte voluntad para lograr esos objetivos.
4. Postura del Árbol (Vrksasana)

Este postura pone a prueba nuestro equilibrio, puesto que nuestro cuerpo en esta postura trata de simular un árbol. De pie, con los brazos estirados como si fueran las ramas.
Nos ayuda a fortalecer y tonificar piernas, tobillos y espalda así como a estirar los músculos de todo el cuerpo.
Quién puede practicar Hatha Yoga
El Hatha Yoga puede ser practicado por cualquier persona, independientemente de su sexo, edad o condición física (evitando aquellas asanas que puedan resultar perjudiciales para ti debido a lesiones u otros motivos físicos).
Si deseas fortalecer, flexibilizar y tonificar tu cuerpo mientras mejoras tu salud física y mental a través de la meditación, el Hatha yoga puede ayudarte a encontrar el camino hacia un estilo de vida más feliz y saludable.
Cómo es una clase de Hatha yoga
El hatha yoga puede ser para todos los niveles, según el profesor. Las clases suelen ser suaves, pero puede haber clases que adopten poses más difíciles.
Lee atentamente las descripciones de las clases o habla con el maestro con anticipación para asegurarse de asistir a una clase adecuada.
Para hacerte una idea sobre cómo se desarrolla una clase de Hatha Yoga para principiantes, puedes ver ésta conducida por Sarah de DaleYogaaTuVida: